El aniversario de un clásico: Le Locle se viste de azul por su vigésimo aniversario.
Tissot reimagina su legado con la 20ª edición de Le Locle.
Le Locle, municipio ubicado en el corazón de las montañas, cerca de Neuchâtel, es la cuna de la relojería desde finales del siglo XVII. Este saber hacer único se orientó en sus inicios a la producción de grandes relojes eclesiásticos o domésticos, antes de utilizarse para crear refinados relojes de bolsillo. Este enclave de renombre ya estaba repleto de talleres cuando, en 1853, la familia Tissot abrió su propio taller de montaje, que rápidamente se convirtió en una floreciente manufactura.
En 2003, con motivo del 150º aniversario de este hito, Tissot presentó la colección Le Locle, que rinde tributo a sus raíces, con un diseño directamente inspirado en la emblemática torre del reloj de la iglesia del municipio. Esta colección, que lleva su nombre en elegantes letras cursivas, se ha convertido en un símbolo de los orígenes de Tissot.
A lo largo de las dos últimas décadas, el modelo Tissot Le Locle ha gozado de un éxito continuado, recordándonos siempre la esencia histórica que encierra el lugar de su nacimiento.
La vigésima edición: un reloj moderno, a la par que tradicional
En la 20ª edición del modelo Le Locle, la tradición acoge la modernidad con los brazos abiertos. Esta nueva edición fusiona la estética atemporal, distinguiendo las muñecas exigentes de quienes aprecian la esencia de la relojería. Las cajas y esferas, de artesanía tradicional, se inspiran directamente en la esfera del reloj de la iglesia de Le Locle.
Esta colección, con índices romanos y agujas azules en forma de hoja, en contraste con la esfera plateada, que se adorna a su vez con un motivo Clous de Paris, representa un atractivo tradicional y clásico, sin renunciar a una gracia moderna. El segundo modelo celebra aún más este exquisito diseño con el centelleo de 8 diamantes, con un efecto sutil, pero cautivador.
El reloj del aniversario, de cerca
Alojado en una caja de acero inoxidable 316L, la 20ª edición del modelo Le Locle resiste la prueba del tiempo gracias a su cristal de zafiro. Resistente a los arañazos, preserva la joya que encierra. El fondo de la caja transparente desvela el movimiento suizo que late en el corazón de estos relojes. El modelo para caballero cuenta con el movimiento Powermatic 80, mientras que el modelo para mujer está equipado con el Powermatic 48. Ambos movimientos disponen de una gran reserva de marcha, lo que hará de este reloj el aliado perfecto para atravesar los caprichos del tiempo. Nuestro espiral Nivachron™️ resiste campos magnéticos y golpes, para conformar un corazón verdaderamente robusto en el interior de un exterior refinado. Dos correas, una de acero inoxidable y otra de piel, ofrecen un mayor abanico de posibilidades, para adaptarse a la personalidad y el estilo de cada uno. El cierre de mariposa con pulsadores garantiza su comodidad, mientras que las pulseras intercambiables ofrecen versatilidad para pasar fácilmente de una velada formal a una cita informal.
La 20ª edición de la colección Le Locle es toda una demostración de autenticidad, que combina una estética clásica con una historia de saber hacer enraizada en el corazón del legado de Tissot. Al lucir este modelo histórico, llevará consigo la narrativa grabada en el corazón de Le Locle y de Tissot.
Este reloj, un guiño al pasado, pero con la vista puesta en el futuro, se ha concebido para recorrer el tiempo con un estilo que permanecerá imperturbable a lo largo de los hitos que le esperan.